El ilegalismo como forma de vida
- publicado por Manuel Fernández Luccioni
- Categorías Historia, Novela Gráfica
- Fecha 1 de noviembre de 2023
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- Etiquetas #CómicsconHistoria, Anarquismo, Belle Époque, Economía, Filosofía, Geografía e Historia 4º ESO, Historia del Mundo Contemporáneo 1º BACHILLERATO, Ilegalismo, Léonard Chemineau, Matz, Novela gráfica
Edición original: Jacob. Le travailleur de la nuit (Rue de Sèvres, 2017) |
Edición nacional: Txalaparta, 2021. |
Guion: Matz |
Dibujo: Léonard Chemineau |
Color: Léonard Chemineau |
Traducción: Bego Montorio |
Diseño y rotulado: Monti diseinu grafikoa |
Corrección: Cristina Anguita |
Formato: Cartoné, 128 páginas. |
ISBN: 9788418252761 Precio: 24,50€ ( Jacob. El trabajador de la noche – txalaparta.eus) |
Sinopsis:
Jacob. El trabajador de la noche cuenta la historia de Alexandre Marius Jacob, un ladrón anarquista francés que vivió en el París de la Belle Époque y posteriormente en un penal de la Guayana Francesa, donde eran deportados los presos que condenados a trabajos forzados a perpetuidad.
El arco temporal de la historia abarca toda la vida de Jacob, desde su juventud en Marsella en 1890 hasta sus últimos años viviendo como un ciudadano más, pasada la década de 1950. Todo ello después de haberse cambiado de nombre tras haber sobrevivido a la cuerda seca, que era como se conocía a la pena de presidio en la Guayana Francesa porque el índice de supervivencia siendo preso allí a principios del s.XX era muy exiguo por las penosas condiciones de vida que tenían los presos.
Como se cuenta en las páginas de esta novela gráfica, no debemos interpretar a Jacob como un Robin Hood moderno, ya que robaba a los ricos en su propio beneficio y tampoco estuvo exento de cometer algún homicidio en sus huidas de la policía.
Por lo tanto, nos encontramos ante un personaje complejo que no solamente refleja sus propias contradicciones, sino las fuertes diferencias sociales que existían en la sociedad en la que le tocó vivir, que posiblemente sea el aspecto más interesante que nos deja ver esta novela gráfica.
Contexto histórico
Las diferentes caras del anarquismo en la Francia de la Belle Époque
Once años después de la Exposición Universal que alumbró al mundo la Tour Eiffel, París volvió a engalanarse de nuevo para mostrarse como uno de los grandes centros cosmopolitas albergando una nueva Exposición Universal con el objetivo de mostrar las últimas novedades en los campos del diseño, del arte y de la tecnología.
Para ello, se volvió a realizar una gran inversión por parte del Estado para crear pabellones efímeros gracias a la arquitectura del hierro y del cristal, donde se mostrarían temporalmente aquellos avances antes de ser nuevamente desmontados. Pero al igual que ocurrió con la Tour Eiffel, el Grand Palais y del Petit Palais de Charles Girault (Cosne-Cours-sur-Loire, 1851-París, 1932), construidos para la ocasión, han llegado hasta nuestros días.
Pero este París brillante y sofisticado escondía una sociedad extremadamente desigual, dado que como señala Thomas Piketty (Clichy, 1971- ) en Una breve historia de la igualdad, las diferencias de renta en Francia entre el 10% más rico y el 50% más pobre no dejaron de crecer desde el principio del s.XIX, encontrando su máxima diferencia en la primera década del s.XX.
En este contexto que hemos dibujado es donde surge Alexandre Marius Jacob (Marsella, 1879-Reuilly, 1954), un humilde marsellés que trabajó como aprendiz de marinero mercante, pirata y tipógrafo antes de convertirse en uno de los ladrones de guante blanco más conocidos de principios del s.XX en Francia.
Entre medias entró en contacto con el periódico anarquista L’Agitateur (publicado entre 1885-1922) y con las ideas de Élisée Reclus (Sainte Foy la Grande, 1830-Torhout, 1905), un geógrafo anarquista que participó en la Primera Internacional de 1864 y que creó los estudios de Geografía social, vinculados a las interacciones entre la sociedad y el territorio.
Cada vez más convencido de estar viviendo una sociedad injusta y de querer participar en un cambio en la misma, Jacob comenzó a tener sus primeros problemas con la justicia como colaborador de anarquistas que estaban pasando del anarcosindicalismo, que planteaba reivindicaciones por la vía sindical a través de huelgas y manifestaciones, al método de “la propaganda por el hecho”, que consistía en realizar atentados muy concretos con los que se diese una amplia publicidad a las ideas anarquistas.
Al menos así lo justificaría el pensador anarquista ruso Piotr Kropotkin (Moscú 1842-Dimitrov, 1921), estando marcada la época comprendida entre finales del s.XIX y comienzos del XX por los asesinatos de presidentes del gobierno y magnicidios efectuados por anarquistas, como por ejemplo el del presidente del gobierno, Antonio Cánovas del Castillo, en Mondragón el 8 de agosto de 1897 o el de la emperatriz de Austria, Sissi, en Ginebra el 10 de septiembre de 1898.
Sin desvincularse completamente de “la propaganda por el hecho” surgió el ilegalismo, una vertiente del anarquismo con un marcado carácter individualista en la cual se adoptó abiertamente el crimen como modo de vida y que se extendió por varios países como Francia, Italia, Bélgica y Suiza a principios de la década de 1900 y que entronca con la filosofía del egoísmo de Max Stirner (Bayreuth, 1806-Berlín, 1856), de mediados del s.XIX.
Así, Jacob, en su declaración ante el jurado que le condenó a trabajos forzados de por vida en la Guayana Francesa, entendía el robo como una restitución y se mostraba en contra de la prostitución del trabajo y de la limosna que representaba el salario.
Por otra parte, otra dimensión de la vida de Jacob es el periodo en el que vivió en el penal de Cayena cumpliendo su condena. Lejos de morir allí, sobrevivió y ayudó al doctor Rousseau, médico en el penal, a redactar un libro en el que se describían las penosas condiciones de vida de los presos, que les provocaban indirectamente la muerte. También es cierto que dicho texto no tuvo tanto éxito como el del periodista francés Albert Londres (Vichy, 1884-Golfo de Adén, 1932), que es tenido como el padre del periodismo de investigación. Londres denunció los horrores de las prisiones francesas de ultramar en Au bagne (1923), obra que tuvo mucho impacto en la Francia de la época.
Después de más de veinte años encarcelado en Cayena, de donde intentó escaparse del penal en diecisiete ocasiones, Jacob vio su condena muy reducida en 1925. Ello se debió a la supresión de los trabajos forzados a perpetuidad a raíz de las denuncias de Albert Londres, de forma que pasó los últimos dos años de condena de nuevo en Francia.
A modo de conclusión señalaremos que, aunque nunca fue reconocido por Maurice Leblanc (Ruan 1864-Perpiñán, 1941), hay consenso para pensar que el autor de Arsène Lupin se basó en la vida criminal de Alexandre Jacob para crear al ladrón más fanfarrón e irónico que ha dado la literatura francesa. De hecho, en la propia tumba de Jacob hay una referencia directa a esta creencia.
Valoración final
- Guion
- Dibujo y color
Lo mejor y Lo peor
- La aproximación a un personaje que es un gran desconocido para el gran público.
- Que la aproximación a Jacob no sea una glorificación del personaje, analizando también sus sombras.
- Que la obra nos permita zambullirnos en la sociedad de aquel momento, con la que compartimos algunos aspectos y nos diferenciamos en otros.
- LO PEOR
- Que la obra pueda llegar a descatalogarse a medio plazo, porque merece mucho la pena.
Aplicación en el aula
Muy recomendable para grupos de Geografía e Historia de 4º de la ESO y de Historia del Mundo Contemporáneo de 1º de Bachillerato. Se puede aplicar como lectura dirigida para actividades de ampliación o para generar un debate sobre el anarquismo y el sindicalismo entre finales del s.XIX y principios del s.XX.
Seguramente los docentes de los departamentos de Filosofía y de Economía también tendrían mucho que debatir en grupos de 4º de la ESO y de Bachillerato sobre la filosofía de Jacob hacia la propiedad privada.
Para aprender más...
Profesor de Geografía e Historia. Apasionado por la Historia del Arte y por las novelas gráficas.
El día 1 de cada mes os traeré una nueva reseña de novelas gráficas históricas en la sección #CómicsconHistoria.